26 de febrero de 2010

Hace un año



Hoy hace un año que era Carnaval. Lo sé porque fui a Tarragona y aparqué en un párking. A la salida, casi que me quedo dentro, porque había una rua que pasaba por allí. Salí justo, justo, por los pelos...
Si me pongo a analizar lo que ha cambiado mi vida en este último año, creo que me faltará espacio en el blog...Hay cosas que siguen igual, (o mejor, o peor...) y otras han cambiado radicalmente.
He cambiado de trabajo. Esto ha sido culpa de la crisis, pero bueno, ha sido un cambio importante.
He cambiado físicamente, eso son cambios exteriores. Más o menos, todo el mundo los sufre. Hasta aqui normal.
Tengo más amigos, o por lo menos, diferentes. Unos se perdieron por el camino, no sé si los volveré a recuperar. De otros, he retomado el contacto. Los he recuperado. Es la magia de internet...hace que te reencuentres (al principio de modo virtual, luego alguno de estos encuentros se materializa). Y luego, he hecho amigos nuevos.
Pero también creo que he cambiado interiormente. Soy del parecer que no todo se tiene que explicar. Siempre te tienes que reservar cosas para ti, si no, dejas de ser tú mismo. Es como la entrada que hice de los sueños. Si los explicas, no se cumplen (o eso me dijeron) y realmente yo lo he comprobado. Algún sueño que me he guardado para mi se ha cumplido, y los que quería que se cumpliesen y he explicado, no se han hecho realidad. Por tanto, si te quedas con tus sueños para tí mismo, por qué no con algún pensamiento?? Por lo menos "tienes algo": pensamientos y sueños, que algún día se harán realidad.
Parece mentira que en 365 días se pueda cambiar tanto, no???

3 comentarios:

ave fenix dijo...

Siempe guardamos algo para nosotros mismos, eso es parte de la magia.
Las personas somos. . . . como un iceberg que lo que ves, es una pequeña parte.
Pero, hay quien no escucha palabras y se fija en los gestos.
Hay quien sabe la verdad aunque no se la digas.
A veces, para según quien somos com un libro abierto.

Covi dijo...

Pues si, a veces hay quien te conoce tan bien que no necesita que le expliques nada para saber cómo estás o lo que estás pensando. Pero como has dicho al principio, de los icebergs sólo es visible una tercera parte de su magnitud, y de los libros abiertos, hasta que no giras la página no sabes lo que hay detrás aunque lo puedas llegar a intuir...
Besos

Dar Vader dijo...

Todos tenemos nuestro lado oscuro. Nunca se sabe que hay en el reverso tenebroso de una persona.