Te digo adiós, y acaso te quiero todavía. Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós. No sé si me quisiste... No sé si te quería... O tal vez nos quisimos demasiado los dos. Este cariño triste, y apasionado, y loco, me lo sembré en el alma para quererte a ti. No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco; pero sí sé que nunca volveré a amar así. Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, y el corazón me dice que no te olvidaré; pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo, tal vez empiezo a amarte como jamás te amé. Te digo adiós, y acaso, con esta despedida, mi más hermoso sueño muere dentro de mí... Pero te digo adiós, para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti. - Poema de La Despedida - José Angel Buesa

Para variar... Mucho tiempo sin escribir, con lo que resulta demasiadas cosas para explicar... Me decido a escribirlo y se me agolpan las ideas, inconexas, desordenadas, pero al final todas tienen un mismo hilo conductor...las dudas que tengo, siempre dudando, siempre dividida... Todo es complicado y sencillo a la vez, aunque siempre vemos el lado difícil de las cosas. La mejor opción parece no ser la buena, es la mas "correcta", aunque siempre quieres lo que no tienes, lo que es mas difícil de tener, lo que es más imposible...Lo fácil, no te parece tan atractivo aunque lo tengas... Qué difíciles somos las personas de entender...a veces...

Bonito enlace que he encontrado...nada mas parecido y exacto a la realidad. Por qué somos tan tontos a veces? por qué nos negamos a lo evidente, anteponiendo otras cosas a nuestra "felicidad"? Por qué tenemos que pensar por los demás en vez de por nosotros mismos y hacer lo "correcto"? Lo correcto para quien?

Un malentendido??

"Un malentendido?? Posiblemente", pensó...lo que si es que estuvo todo el fin de semana dando vueltas a su cabeza. Una simple conversación puede dar lugar a muchos equivocos, y más si se hace por escrito. Nunca sabes lo que realmente quiere expresar el que escribe, nunca sabes si el que lo lee lo entiende de la misma forma... "Siempre es mejor hablar estas cosas en directo, eso es lo que voy a hacer". Esa fue la conclusión a la que llegó, después de recbir un mail de disculpa que no tenia razon de ser... "Ahora sólo falta encontrar el momento de verse las caras, y de poder hablar tranquilamente viendo la mirada del otro, no a través de una fría pantalla de ordenador..."